“He desarrollado, dentro de la ficción, una
historia real que me afectó personalmente. Como en un ejercicio de exorcizar
los demonios que cada uno lleva dentro. Pero, sobre todo, para satisfacer un
anhelo y pasión personal por la escritura y la literatura”.
Bajo el paraguas de una trama centrada en la
relación emocional entre dos jóvenes, este relato de desamor es también un
retrato costumbrista de la sociedad de los años 80 y 90, donde se narran los
desencuentros culturales y las barreras de incomprensión entre dos ciudades
siempre rivales: Barcelona y Madrid. Así mismo, y en contra de la corriente
imperante de fomentar el enfrentamiento entre ambas capitales, la novela
denuncia dicha fractura social y aboga por tender puentes entre ambas
comunidades, en lugar de destruirlos.
El escritor Ricardo Miracle
presenta su primer libro “Un
amor sin fin(al)”. En esta novela de desamor este
escritor novel describe la relación emocional entre dos jóvenes, Eduardo y
Cristina, pertenecientes a dos ciudades siempre rivales: Barcelona y Madrid,
que ven como, finalmente, los estereotipos sociales y la propia vida acaban por
separarles.
La trama se desarrolla a mediados
de los años 80 y narra una historia amena y divertida de encuentros y
desencuentros entre estos dos jóvenes y sus mundos, a lo largo de varios años, hasta
su desenlace en la época actual. En ella, el lector se encontrará con agradables
pinceladas de un humor juvenil y sarcástico que le hará, en muchos casos, brotar
una sonrisa, aunque también con el dolor propio de la amargura y el desencanto
del amor sufrido por los protagonistas, principalmente por Eduardo.
Todo en
la vida separará a ambos jóvenes: sus caracteres opuestos, la diferencia de
edad, la distancia geográfica, así como las divergencias culturales que se
interponen entre ellos, provocadas por la información estereotipada que ambos
han recibido de sus respectivas ciudades y sus gentes, las ideas preconcebidas
que imperan en la sociedad española y, el escaso conocimiento que tienen del ambiente
social en que se desenvuelve la pareja.
Sin embargo, el protagonista
porfiará durante años por conseguir el amor de Cristina, pese ir vislumbrando
en ella unos rasgos de su personalidad que no sólo le sumergirán en una
confusión permanente, sino que llegarán a inquietarle profundamente.
Tanto uno como el otro,
realizarán infinitos viajes a sus respectivas ciudades para poderse ver, lo
que, paralelamente al argumento de la obra, desarrollará un detallado y extenso
retrato costumbrista de la época conocida como “los felices años ochenta”.
Así mismo y, en contra de la
corriente imperante de fomentar el enfrentamiento entre Cataluña y Madrid, la
novela denuncia dicha fractura social y aboga por tender puentes entre ambas
comunidades, en lugar de destruirlos.
Finalmente, la pareja se peleará
y romperá toda relación, emprendiendo cada uno su propia vida por caminos
diferentes. Pasados veinte años sin haber mantenido el más mínimo contacto,
Eduardo la recordará un día y decidirá ir a buscarla nuevamente, poniéndose en
contacto con ella, a través de los medios que le proporciona internet.
Localizada en la red de Facebook, le enviará un mensaje conciliador, esperando
recuperar aquella amistad perdida…
SOBRE EL ESCRITOR Y EL MOTIVO DE LA OBRA
Nacido
en Barcelona, en 1961, Ricardo Miracle es en la actualidad un reconocido
abogado catalán. Licenciado por el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, ha
ejercido desde entonces su profesión desde su propio bufete. Su vocación de
escritor eclosiona ahora en ésta su primera novela.
En
relación al motivo de la obra, el autor señala “soy abogado y creo que todos
los letrados tenemos dentro la vocación de escritor. Hacía tiempo que quería
escribir una novela y cuando mi mujer me regaló un Ipad, viendo las facilidades
de escritura que disponía con él, me decidí a escribir mi primera obra. En ese
tiempo y por una casualidad, había recordado a un antiguo amor de juventud que
me marcó para siempre. Algunas veces había contado esta historia a personas
próximas a mí, y siempre su reacción había sido muy sensible, muy emotiva a ese
relato - continúa Miracle - , por lo que pensé que éste podía ser un buen
argumento como base para una novela romántica”.
En
definitiva, a través de “Un amor sin fin(al)” Ricardo Miracle expone una intensa
vivencia personal, que constituye la base del argumento de esta novela
romántica. “He desarrollado, dentro de la ficción, una historia real que me
afectó personalmente y, todo ello, porque sentí la necesidad de exteriorizar
los sentimientos de amor y de dolor que me embargaban desde entonces - afirma -.
Como en un ejercicio de exorcizar los demonios que cada uno lleva dentro. Pero,
sobre todo, he escrito esta novela para satisfacer un anhelo y pasión personal
por la escritura y la literatura. De ahí este mi primer libro.”
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