El polifacético poeta armenio, que ha vivido la
guerra en primera persona, habla de la crudeza de la misma, pero también de las
escenas de amor que surgen en el enemigo
El polifacético poeta armenio
Slavi Avik, presenta su nueva obra “El cielo sin pájaros”. En la misma, el
también guionista, productor de cine y doctor en filosofía, estructura su temática manteniendo
en primer plano el tema de guerra, aunque
siempre con una pluma que deriva en líneas poéticas de amor.
Así, en
su poesía, el autor, actualmente uno de
los primeros representantes de la poesía europea moderna, se basa en el origen de poemas clásicos armenios; aunque también se mantiene
firme en el desarrollo de la civilización europea moderna. Además, Avik ha conseguido resumir de manera increíble el arte poético con el cine, el
teatro y otras artes, a través de mensajes cortos en el ritmo del siglo XXI.
Incluso en sus obras de apenas de unas líneas, consigue utilizar las
estructuras dramatúrgicas de teatro y novela. Pues esa misma calidad innovadora
impulsa su poesía. Sus líneas están vinculadas con la luz. Una luz que a veces
está cargada de una fuerza esplendorosa. Sus imágenes: originales, nuevas, e
inesperadas.
Desde la
primera capa léxica, en los poemas de Slavi Avik, la autoexpresión artística se
filtra a través del impulso semántico en una nueva fase de hipótesis e
intuición. Las imágenes se unen con los sentimientos, chocan con una tensión
interna, provocando una explosión de carga negativa, cuya referencia semántica
impulsa a la combinación y nueva
percepción del significado. Es el intento de poner el texto poético en la misma estructura
que la de los modernos misiles altamente destructivos. Así, el autor rompe su estilo de un solo objetivo
y de una sola línea pero, en lugar de derramar tragedias, pone en el texto
poético el amor y el odio proporcionado. Esta proporción busca estar en todo,
incluso el caos tiene que ser proporcional para el autor.
“El cielo sin pájaros” es un impulso de
combinar, entender el significado con la ponderación lógica. Es un trabajo
altamente intelectual que sucede a la vez. Se trata de los problemas del
individuo, de mantenerse humano y confrontar
a las calamidades de la guerra provocadas por el mismo hombre. Es el
intento y la inquietud del autor de poder salvar al mundo del auto exterminio y
poner a salvo el futuro de planeta.
“La guerra, por horrible que sea
-declara el autor-, es una situación fronteriza, donde se refleja el estilo de
vida humana. Por un lado, es muy implacable en su impunidad como una bestia y,
por el otro, dispuesto a morir por
otros, proteger a su amigo a costa de su vida”. “No conozco los supuestos
caminos- afirma-, simplemente entrego mis líneas a mi propia intuición, y ésta
es el resultado de la estructura personal del mundo físico y espiritual de mi
propia vida, mi experiencia y de muchas cosas más que desconozco. El progreso técnico de hoy, mis eternos
alcances, los movimientos de un lugar al otro, cada vez me dan más experiencia
y nuevas ideas, así que el formato y la entonación de mis líneas se van
cambiando cada día”.
“Sigues mirando al misil que
sobrevuela los horrores de la guerra -continúa Slavi Avik-. Apenas hace veinte
años que se caía sobre su objetivo y lo destruía. El misil de hoy en unos
segundos dispara cuatro distintos
misiles y, así progresivamente, aumenta su número, provocando una destrucción
cien veces más grande. Esto lo han inventado los físicos y matemáticos. Yo
intento poner el texto poético en la misma estructura, romper su estilo de un
solo objetivo y de una sola línea, en cambio de esos misiles.
matemáticos que derraman
tragedias, poner en el texto poético el amor y el odio proporcionado. Esta
proporción tiene que estar en todo, incluso el caos tiene que ser proporcional,
si aún no lo hemos entendido, no significa que no sea así”.
Finalmente, afirma el poeta “En
la tabla periódica de Mendeléyev hay más
huecos que elementos químicos conocidos, los han ido llenando otros. El camino
y el objetivo del poeta es llenar los
huecos que nos rodean en la vida. El lector tiene que seguir el mismo camino,
de lo contrario nada tiene sentido; vivir, amar, este sol, el mar… y por
supuesto Dios que se ha decepcionado de nosotros”.
Los lectores armenios y rusos ya
tienen el acceso a uno de sus libros más destacados "Las fronteras semióticas del arte"
donde el autor desarrolla la tesis de la semiótica de la escuela rusa de Umberto Eco y
Yuri Loman y lo aplica con éxito en su
poesía. Esperemos que su monografía teórica pronto esté disponible para los
lectores españoles y europeos.
SOBRE EL ESCRITOR
Slavi
Avik Harutyunyan nació en 1965, en Nagorno-Karabaj, siendo actualmente uno de los primeros representantes de la
poesía europea moderna. Por un lado, se basa en el origen de poemas clásicos
armenios; por el otro, se mantiene firme en el desarrollo de la civilización
europea moderna.
Poeta,
guionista, productor de cine y profesor de filosofía, participó en la creación
de una docena de películas, entre ellas la historia de “David Selindzhnra Y
estos labios y los ojos verdes”. Es autor de varios libros de poesía, artículos
científicos y monografías. Además, sus libros y películas se han traducido a
diversos idiomas: ruso, francés,
español, catalán, inglés y armenio.
Actualmente,
vive en Moscú, siendo el director general de la productora RUSFILM.